La naturaleza puede ser extrema, tanto en sus fenómenos como en su belleza. Tras una tormenta impresionante de rayos y lluvía en el monte nuboso de Monte Verde en Costa Rica, el cielo nos deparo este espectáculo de colores. No recuerdo un anochecer tan hermoso. Cuando el sol estaba casi en el horizonte las nubes se volvieron naranjas y unos trazos del azul del cielo se podían ver a la derecha. En el horizonte se mantuvo una franja naranaja.


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