Ciencia del cambio climático
Globalízate: Desde su punto de vista sobre el calentamiento global, ¿podría decirnos cuál es la situación actual a nivel mundial?
La fase cálida que está atravesando en estos momentos nuestro planeta es significativamente estadística y está claramente relacionada con el aumento sufrido por las emisiones antrópicas de gases de efecto invernadero. Si bien, esa tendencia al alza de las temperaturas es clara, sin que existan indicadores que apunten a una inversión de la misma en el medio y largo plazo, la complejidad del sistema climático, con infinidad de procesos de origen natural interrelacionados, puede modular el comportamiento anual de la temperatura en el corto plazo, durante períodos de uno o varios años, sin que esto suponga contradicción alguna con la teoría del calentamiento global.
G: La base científica del calentamiento es sólida, pero parece que algunas previsiones se están quedando cortas, como el derretimiento del Ártico o la subida del nivel del mar, ¿Están produciéndose los efectos del calentamiento más rápido de lo esperado? Si es así, ¿Cuál podría ser la razón?
Parece claro que los modelos climáticos podrían estar estimando a la baja algunas proyecciones como la de la subida del nivel del mar, debido a ese acelerado deshielo. El acoplamiento atmósfera-océano-criosfera en dichos modelos todavía no está bien resuelto, ya que no conocemos bien el papel que desempeña el hielo y el océano en el clima, aunque avanzamos con paso firme en la comprensión de muchos de los actores implicados. No ocurre lo mismo con la atmósfera, ya que en este caso partimos de un conocimiento mucho más completo. La retroalimentación positiva que provoca la fusión del hielo es algo que se ha postulado con acierto, pero que aún no se ha modelizado bien.
G: Parece claro que a un fenómeno meteorológico extremo particular no puede ser atribuido al calentamiento global, pero tenemos la percepción de que la frecuencia de estos fenómenos está aumentando, ¿podría deberse al calentamiento o simplemente a la casualidad?
Basándonos exclusivamente en nuestra percepción, lo que está ocurriendo los últimos años en el clima no parece ser algo casual, ya que los episodios catastróficos se suceden en todos los lugares del mundo, aparentemente con una mayor frecuencia cada vez.
Si nos basamos sólo en los datos climáticos, la cosa no está tan clara, ya que resulta difícil separar el ruido de fondo (la heterogeneidad de los propios datos, la parcialidad y el catastrofismo que acompaña normalmente a las informaciones,…) de la propia señal del cambio climático. No obstante, empiezan a aparecer trabajos cada vez más completos y rigurosos que certifican esa relación calentamiento-fenómenos extremos.
G: Gustav, Ike, Mitch, Katrina, Ivan, Nargis; huracanes y calentamiento global, ¿Hay conexión?
Enlazando con mi anterior respuesta, con el asunto de los huracanes hay desde hace tiempo un gran debate entre los especialistas. Sería demasiado simple pensar que la temperatura del agua del mar es el único factor que interviene en los procesos de intensificación de un ciclón tropical. Hay otros muchos, cuya relación con el calentamiento global es mucho más difícil de establecer. No obstante, hay estudios recientes que avalan esa conexión, como uno publicado en Nature a principios de septiembre de 2008, cuya principal conclusión es que el calentamiento de las aguas de los océanos, inducido por el propio calentamiento global, no estaría provocando un mayor número de ciclones tropicales, pero sí un mayor número de los de mayor categoría; aquellos que generan vientos más intensos a su alrededor y a la postre los que tienen una mayor capacidad destructiva.
G: ¿Cuál será el impacto del calentamiento global en España?
Las predicciones climáticas para España, especialmente las que hacen referencia al comportamiento futuro de la precipitación, llevan asociadas una gran incertidumbre, al encontrarnos en un ámbito geográfico tan complejo como el Mediterráneo, a caballo entre la zona polar y la tropical.
En base a las proyecciones que se han ido publicando los últimos años, mi mayor temor es respecto a lo que pueda pasar con los recursos hídricos, ya que en el caso español tenemos una dependencia del agua cada vez mayor. El actual modelo de sociedad española, con un importante peso del sector turístico costero, entra en conflicto con la mayoría de escenarios climáticos proyectados para la segunda mitad de siglo.
G: ¿Cree que los denominados “escépticos” han agotado sus argumentos? ¿Por qué?
A los escépticos no les ha quedado más remedio que ir reconvirtiendo su discurso ante el avance implacable de las evidencias científicas. No hace mucho cuestionaban el propio calentamiento global; una vez aceptado, su caballo de batalla es ahora la causa que lo provoca y las que pueden actuar sobre él en el futuro, quebrando la tendencia actual y relevando la influencia del hombre a un segundo plano.
Pienso que siempre habrá escépticos, es bueno que los haya, aunque habría que distinguir entre el escepticismo científico de discurso moderado y el escepticismo incendiario, tan de moda en estos últimos tiempos.
G. Se ha publicado un último estudio que mejora con más datos la anterior versión del conocido como “Palo de Hockey” y que indica que la última década es la más cálida desde hace 1300 años ¿Qué opinión le merecen estas reconstrucciones paleoclimáticas?
Enlazando con lo anterior, los escépticos han hecho del “palo de Hockey” su particular cruzada contra de la teoría del calentamiento global. Las reconstrucciones paleoclimáticas hay que tomarlas como lo que son: La mejor herramienta que tenemos en la actualidad para caracterizar el clima del pasado. No conozco en detalle en qué consisten esas mejoras introducidas, aunque tengo la absoluta seguridad de que los científicos encargados de llevar a cabo ese cometido han actuado con rigor e independencia. En ese trabajo, lo mismo que pasa con los Informes del IPCC, se habrán explicado con detalle las dificultades del método y las incertidumbres que puede contener dicho resultado. Este tipo de información suele omitirse cuando un trabajo de estas características es dado a conocer en la prensa. En clima hay que huir de las afirmaciones categóricas, sean del signo que sean. Me creo ese resultado, con las lógicas reservas.
Acciones contra el cambio climático
G: Hace unos días una encuesta afirmaba que el 64% de los españoles pensaba que el gobierno no estaba haciendo lo suficiente para combatir el cambio climático, ¿Está de acuerdo?
Partiendo del hecho de que no comparto la idea de luchar o combatir contra el cambio climático –veo más adecuado hablar de medidas de adaptación-, pienso que tanto el Gobierno como la oposición llevaron el tema del cambio climático a sus respectivos programas electorales en las últimas Elecciones Generales con fines claramente partidistas –es un tema sensible que está de moda-, algo que es extensible a la mayoría de partidos políticos del resto de países. En el panorama actual español, el Gobierno asumiría demasiados riesgos –entre otros su propia continuidad al frente del Estado- si acometiera las acciones eficaces necesarias para adaptarnos con garantías a los cambios en el clima que a buen seguro irán aconteciendo. Lo que pudo hacerse y no se hizo en tiempos de bonanza económica, difícilmente se acometerá ahora, en estos tiempos que corren, en los que hay que apretarse el cinturón.
G: Desde su punto de vista, ¿Qué puede hacer el gobierno para reducir nuestras emisiones?
En un tema de escala global como éste, creo que ningún Gobierno debería actuar sólo, sino que deberían de llevarse a la práctica unas medidas consensuadas por la mayor parte de países, que establecieran para cada país las actuaciones más adecuadas por el bien común. Quizás sea utópico pensar así, pero creo que es la única forma de adaptarnos con éxito a los cambios. Todos somos navegantes de la nave Tierra.
G: ¿Qué papel deben jugar las energías renovables en el futuro?
Hay que apostar claramente por cualquier alternativa a los combustibles fósiles, teniendo en cuenta, eso sí, que por mucho que se desarrollen este tipo de energías, su techo es mucho menor que el del petroleo, el carbón y el gas natural, por lo que no podrán hacer frente a la demanda energética mundial, que crecerá a un ritmo endiablado en las próximas décadas.
G: En la actual situación de crisis económica, parece que se ha declarado un apagón informativo sobre el calentamiento global y se ha dejado de lado. En su opinión:
a) ¿Es real este apagón?
Lo he percibido, aunque pienso que también puede ser debido a la saturación de noticias relacionadas con el tema que hubo en 2007.
b) ¿Cree que la recesión puede ayudar a reducir las emisiones?
En parte sí, aunque las subidas y bajadas son el pan nuestro de cada día en la economía mundial. Pienso que, salvo que ocurra una debacle que nadie quiere imaginar, las reducciones en las emisiones serán bastante puntuales, no alterando en exceso la tendencia al alza en las mismas. Mientras no se tambaleen las economías de los países emergentes, la atmósfera apenas se enterará.
c) ¿Puede sembrarse las bases, para una reactivación económica que vuelva a acelerar el calentamiento.
Escapa un poco del ámbito en el que me muevo una cuestión como ésta. Tal y como está evolucionando el mundo, lo que pase en las economías de Europa y EEUU tendrá cada vez menos influencia a nivel global –léase emisiones– que lo que acontezca en China y la India.
G: En nuestra opinión, cualquier gobierno que quiera combatir el cambio climático de forma seria debe tomar ciertas medidas impopulares, por lo que en caso de tomarlas, la oposición podría tomar el gobierno y revertir estas medidas, por lo que pensamos que hay que cambiar la forma de pensar de la sociedad, ¿Qué opina Vd?
Totalmente de acuerdo. Hasta ahora, la sociedad humana siempre ha evolucionado hacia una mejora en el bienestar y la calidad de vida, que han ido dictando los gobiernos de turno de los diferentes países. Posiblemente, estamos llegando a un momento singular en nuestra historia, en el que debamos autoimponernos una cierta involución –un freno a nuestro acelerado desarrollo– para garantizar nuestra propia existencia. Antes o después, los gobiernos tendrán que adoptar esas medidas impopulares. Su implantación será aceptada sólo cuando cale en la sociedad el cambio de modelo.
G: El pasado viernes el Consejo de Ministros aprobó un plan de repoblación de 45 millones de árboles en la península y en las islas Baleares y Canarias, ¿Es suficiente? ¿No debería crearse un plan más global para combatir el cambio climático?
El problema no es si son muchos o pocos árboles. Lo que habría que garantizar siempre es que esas repoblaciones se hagan con buen criterio, estudiando, entre otras cosas, el tipo de árbol que se planta, en función de los escenarios climáticos previstos para cada zona.
G: ¿Cree que es necesaria una fuerte inversión en investigación sobre los efectos y la mitigación del cambio climático en España?
Todo lo que se invierta en el tema revertirá en las generaciones futuras, posiblemente también en la nuestra, dada la rapidez con la que están produciéndose los cambios. Como divulgador científico, echo en falta también un mayor respaldo a los profesionales que nos dedicamos a dar a conocer estas cosas al gran público. Creo que apostar por el binomio investigación-comunicación es una apuesta ganadora.
G: España, es uno de los países más alejados de los objetivos del protocolo de Kyoto, ¿Será posible en el futuro cumplir con nuestros compromisos si seguimos creciendo económicamente?
Imposible bajo mi punto de vista, teniendo en cuenta, además, el peso que tienen en nuestro país sectores como el transporte, el turismo o la construcción. No veo fácil, a corto-medio plazo, una reconversión de estos sectores hacia modelos de menor impacto medioambiental.
G: James Hansen (Científico de la NASA) dijo hace unos meses que la humanidad necesita estabilizar la concentración de CO2 en 450 ppm (partes por millón) o incluso mejor volver a los niveles de 350 ppm de CO2. ¿Está de acuerdo? ¿Cree que hay que hacer mayores reducciones? ¿Por qué?
El principio de precaución sugiere que cualquier nivel de CO2 significativamente superior al alcanzado durante los últimos períodos interglaciares es anómalo, y como tal podría tener consecuencias imprevisibles en el clima, poniendo a prueba nuestra capacidad de adaptación.
La Tierra ha soportado en otras épocas concentraciones muy superiores a esas 450 ppm, pero los seres humanos todavía no habíamos aparecido. Parece razonable intentar estabilizar las emisiones, aunque no tengo del todo claro si existe un valor crítico que de superarse implique un punto de no retorno, tal y como postulan algunos investigadores como Hansen. El primer objetivo debería de ser romper la tendencia al alza, y a partir de ahí, ya se vería hasta donde podemos influir a la baja.
G: A otro nivel, el de las reducciones necesarias en las emisiones de CO2 a la atmósfera, se habla de un 80% como mínimo para 2050 para evitar un aumento de 2ºC en la temperatura media global desde la era preindustrial, lo que parece muy difícil de conseguir. ¿Qué pasará si hay un aumento de la temperatura media global de 2ºC?
Esto enlaza con lo del punto de no retorno que comentaba en la respuesta anterior. Con el nivel de conocimiento actual no creo que pueda afirmarse nada categórico al respecto. Es razonable pensar que podemos ir adaptándonos sin demasiados problemas a una subida de ese orden -2 ºC- en los próximos 40 años, pero si la subida fuera de 3-4 ºC o incluso más, tendríamos problemas. Sólo hay que ver lo que está pasando con los ecosistemas árticos, justamente en el lugar de la Tierra donde el calentamiento está alcanzando una mayor magnitud.
G: Nuestra organización está involucrada en la Campaña Global por el Clima para presionar a los políticos y que acuerden una reducción de gases invernadero en el próximo encuentro en Polonia. ¿Qué necesitamos para tener éxito?
Valoro positivamente la actividad que realizáis. Pienso que la toma de conciencia de los políticos empieza a ser una realidad, y lo que hay que intentar ahora –sin cejar en el empeño– es que tomen medidas de forma rápida y decidida. Organizaciones como la vuestra representáis a un sector cada vez más numeroso de la población, al que le preocupa la salud del planeta. Es de esperar que aunque sólo sea por la presión social, los políticos despierten al fin del letargo. En cualquier caso, son tantos los problemas de índole social y económico que tienen sobre la mesa, que no será fácil priorizar los que atañen al medioambiente.
G: ¿Es necesaria una alianza entre los científicos y las asociaciones ecologistas y sociales para convencer a los políticos de la necesidad imperiosa de reducir las emisiones de CO2?
Cada uno de esos grupos cumple su papel, no creo necesario que haya que construir esa alianza y que se mezclen ambos colectivos. La independencia de los primeros podría ponerse en entredicho. Ello podría derivar a un discurso más radical, tal y como ha ocurrido con Al Gore y con su verdad incómoda; una verdad que no sólo ha incomodado a los escépticos, sino también a algunos científicos que no se identifican necesariamente con el discurso alarmista del ex-vicepresidente norteamericano.
G: El 29 de noviembre Globalízate ha convocado una manifestación en el día de acción global contra el cambio climático junto a otros 90 países los cuales se manifestarán el 6 de diciembre ¿Cree que es necesaria y útil la movilización social para que los gobiernos tomen cartas en el asunto?
Sí, aunque de momento este tipo de manifestaciones son minoritarias si las comparamos con las que tienen lugar por otras cuestiones que nos afectan más de cerca de los ciudadanos. El cambio climático se percibe ya como un problema, pero no como un drama social, como puede ser el terrorismo, la violencia de género o el paro. Queda aún un largo camino por recorrer.
osé Miguel Viñas ha trabajado en el equipo de Meteorología de los Servicios Informativos de Antena3, Durante la temporada 2007-2008 condujo “Las claves del clima”; un espacio monográfico dedicado al cambio climático en RNE y desde septiembre, podemos escucharle también, los jueves por la mañana, en el programa de Juan Ramón Lucas (“En días como hoy”) de RNE.
Miembro de la actual Junta Directiva de la AME (Asociación Meteorológica Española) y co-responsable de los contenidos de la revista digital RAM (Revista del Aficionado a la Meteorología). Ha publicado hasta la fecha dos libros: “¿Estamos cambiando el clima?” (2005) y “200 estampas de la temperie” (2007).En abril de 2008, José Migel Viñas dio de alta su página web personal:
www.divulgameteo.es, dedicada por entero a la divulgación de la Meteorología y ciencias afines.
Información obtenida en
kaosenlared